Catálogo de láminas de Goya
Calcografía Nacional es depositaria de uno de los tesoros más valiosos del grabado español y universal. Las doscientas veintiocho láminas de cobre abiertas por Francisco de Goya [Fuendetodos (Zaragoza), 1746 – Burdeos (Francia), 1828] –once de ellas grabadas por ambas caras– que forman parte de su colección, son uno de los más relevantes testimonios de la capacidad del arte y un auténtico alegato a favor de la libertad de creación.
El grabado, como el dibujo, es el producto más puro del pensamiento de Goya. En el cultivo de esta disciplina se mostró con total libertad y pudo comunicar de forma gráfica su concepto de lenguaje de invención, según expondría por escrito a la Academia de San Fernando en 1792.
En el libro 1, página 13, del archivo de Calcografía Nacional, un asiento reseña el ingreso de los cobres de El agarrotado y San Francisco de Paula, así como de trece láminas correspondientes a la primera serie gráfica de Goya: los aguafuertes por pinturas de Velázquez. Ese asiento se encuentra entre las fechas de 10 de marzo de 1790 y diciembre de 1792. En el Libro de Gastos originados en la Real Calcografía por el tirado de estampas y Materiales ymbertidos. Desde 1º de Enero de 1790, página 80v, aparece la siguiente anotación en el resumen de cuentas de los gastos del mes de febrero de 1792: "Ydem: por quince láminas al aguaforte de D.n Franco Goya 6.000 reales".
Por lo que respecta a los Caprichos, el Diario de Madrid de 6 de febrero de 1799 anunciaba la venta de una "Colección de estampas de asuntos caprichosos, inventadas y grabadas al agua fuerte por Don Francisco de Goya". Continuaba el anuncio: "Persuadido el autor de que la censura de los errores y vicios humanos (aunque parece peculiar de la eloqüencia y la poesía) puede también ser objeto de la pintura: ha escogido como asuntos para su obra, entre la multitud de extravagancias y desaciertos que son comunes en toda sociedad civil, y entre las preocupaciones y embustes vulgares, autorizados por la costumbre, la ignorancia, o el interés, aquellos que ha creído más aptos para suministrar materia para el ridículo, y exercitar al mismo tiempo la fantasía del artífice".