Historia

La historia de un patrimonio excepcional

El Museo de la Academia conserva un excepcional patrimonio formado por mƔs de 1.400 pinturas, 1.300 esculturas y 15.000 dibujos, asƭ como estampas, muebles, objetos de platerƭa y orfebrerƭa, porcelanas y otras artes decorativas.

Los fondos artƭsticos del Museo de la Academia, una de las mejores pinacotecas de EspaƱa, abarcan cinco siglos y diferentes escuelas, ofreciendo un completo recorrido por la historia del arte desde el Renacimiento hasta las tendencias mƔs actuales del siglo XXI. Sus cincuenta y nueve salas, distribuidas en tres plantas, exhiben obras maestras del arte espaƱol, italiano y flamenco.

Tras la incorporaciĆ³n de la Escuela Superior de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid en 1975 y su posterior transformaciĆ³n en Facultad de Bellas Artes, la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando hizo uso de sus espacios para la adaptaciĆ³n de un museo en el que exponer las obras que habĆ­a ido atesorando a lo largo de su historia acadĆ©mica. Tras varios aƱos de reformas (1974-1983), el Museo quedĆ³ inaugurado oficialmente en 1986 con la instalaciĆ³n de las colecciones en treinta y cinco salas distribuidas en dos plantas. AƱos mĆ”s tarde, en 2002, se ampliĆ³ el espacio expositivo en las veinticuatro salas de la tercera planta, ademĆ”s de contar con un salĆ³n de actos con aforo para cien personas y un almacĆ©n de obras visible al espectador.

El Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando cuenta, en la actualidad, con mĆ”s de 1.400 pinturas, 600 esculturas y 15.000 dibujos, ademĆ”s de una excelente colecciĆ³n de artes decorativas formada por tapices, platerĆ­a, cerĆ”mica, porcelana, relojes, muebles y medallas. Cada una de las secciones cuenta con su propio inventario, asĆ­ como estudios y publicaciones relacionadas con cada una de las obras.

En las cincuenta y nueve salas del Museo se expone una amplia representaciĆ³n de dicha colecciĆ³n, que ofrece una rica variedad reflejada en la diversa actividad desarrollada en todos los campos de las Bellas Artes, fruto del trabajo de los artistas que en ella se formaron y de las donaciones y adquisiciones que en sus mĆ”s de doscientos cincuenta aƱos de existencia la Academia ha ido acumulando y conservando.

El principal fondo artĆ­stico de la Real Academia lo constituye el conjunto de dibujos y pinturas realizado por los alumnos formados en ella. En calidad de escuela de formaciĆ³n artĆ­stica, la Real Academia tenĆ­a como principal misiĆ³n la enseƱanza a los jĆ³venes artistas en el dibujo, la escultura y la pintura basĆ”ndose en los cuadros del pasado, procedentes de la CompaƱƭa de JesĆŗs expulsada en 1769 y de las colecciones reales de Carlos III, y en las obras de los profesores. Entre estas Ćŗltimas, hay que destacar el compromiso que los maestros directores adquirieron en la primera reuniĆ³n de la Junta Preparatoria (1744) por el que se obligaron a realizar una obra alegĆ³rica de la fundaciĆ³n de la Academia para que sirviera de modelo a sus discĆ­pulos. Es el caso de la Venus, Mercurio y el Amor de Louis-Michel van Loo. TambiĆ©n se crearon los concursos con sus correspondientes premios y las pensiones en el extranjero, normalmente en Italia, que se concedĆ­an a los alumnos mĆ”s aventajados.

En el siglo XIX el Museo se enriqueciĆ³ gracias a la excepcional colecciĆ³n de Manuel Godoy, PrĆ­ncipe de la Paz, entregada en 1816, a las desamortizaciones eclesiĆ”sticas y a las numerosas donaciones realizadas por benefactores particulares. Entre estos Ćŗltimos ocupan un lugar relevante Manuel FernĆ”ndez Varela quien donĆ³ mĆ”s de cincuenta y cuatro cuadros en 1833, el afrancesado Manuel GarcĆ­a de la Prada quien regalĆ³ cinco magnĆ­ficas obras del pintor aragonĆ©s Goya en 1839, ademĆ”s de JosĆ© Piquer y Duart y ValentĆ­n Carderera, el marquĆ©s de Llano que donĆ³ el retrato de su esposa pintado por Mengs, el arquitecto Juan de Villanueva y el literato Leandro FernĆ”ndez MoratĆ­n que legaron en sus testamentos sus retratos ejecutados tambiĆ©n por Goya, o el Autorretrato de 1815 donado por su hijo Javier, entre otros.

En el siglo XX seguimos contando con numerosos legados y donaciones, siendo el de Fernando Guitarte (1970) el mĆ”s generoso no sĆ³lo por la aportaciĆ³n de pinturas, muebles y objetos de artes decorativas, sino tambiĆ©n por el rico caudal cedido para la adquisiciĆ³n de nuevas obras. AmĆ³s Salvador RodrigaƱez, el conde de Romanones, BartolomĆ© PĆ©rez Casas, JosĆ© GonzĆ”lez de la PeƱa, barĆ³n de Forna, y Gloria Marcela Faure Yusta, entre otros, completan con sus aportaciones el magnĆ­fico fondo artĆ­stico de la colecciĆ³n del Museo de la Real Academia. Dicha colecciĆ³n queda ampliada con las obras entregadas por los nuevos acadĆ©micos con motivo de su recepciĆ³n acadĆ©mica, tal y como se viene realizando en la actualidad.

Antonio Bonet Correa

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