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En colaboración con el Ayuntamiento de Madrid, la Academia presenta las bases de datos de las colecciones artísticas del Museo, la Calcografía Nacional y el Archivo-Biblioteca.
La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando ha reunido desde sus orígenes variadas colecciones de pinturas, esculturas, dibujos, estampas, libros y objetos diversos, de los que se han hecho numerosos inventarios. El primero de ellos, apenas seis años después de la aperturaoficial de la Corporación, data de 1758. Se recoge el patrimonio cultural que se había ido adquiriendo en España o traídode Italia para la formación de los artistas. Prevalecía un especial interés en que no se perdiesen libros, dibujos y manuscritos. Por ello, en los primeros años de vida de la Academia el secretario Ignacio de Hermosilla marcó estas obras con su rúbrica, que hoy se reconoce en ejemplares dispersos en otros museos. Algunos de aquellos inventarios son más completos que otros en cuanto a la información aportada sobre las colecciones. Uno de ellos, referido a libros y manuscritos, fue el realizado por el primer bibliotecario de la institución, Pascual Colomer. Pocos años después, en 1804, se inició el más completo de todos los inventarios realizados hasta el momento y el que más se ha utilizado con posterioridad. Se trata de un inventario manuscrito en el que se recogen, además de obras de arte, la totalidad de los enseres de la Academia. Lleva el título de Inventario de alhajas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y se debe principalmente a Juan Moreno, quien ocupaba el cargo de conserje y como tal era el responsable de los bienes de la Academia.Posteriormente se elaboraron inventarios y catálogos, unas veces impresos y otras no, a lo largo del siglo XIX. Esto permitió ir haciendo enmiendas e incorporaciones. Unas veces se numeraban con tiza las obras que llegaban, otras se hicieron catalogaciones marcando los cuadros y las esculturas con etiquetas de papel, identificadas por la forma, el tamaño y el tipo de numeración. Pedro de Madrazo, por ejemplo, elaboró un catálogo que nunca llegó a publicarse, pero cuyos números estampados en etiquetas redondas se reconocen claramente en las pinturas. Ponciano Ponzano, a su vez, se ocupó de las esculturas, dibujándolas de manera esquemática y haciendo una ficha de cada una de ellas. También este inventario quedó inédito. Más adelante, en el siglo XX, Elías Tormo elaboró una detallada recopilación en su Visita a las colecciones artísticas de la Real Academia de San Fernando (Madrid, 1929). Por último, siguiendo los pasos anteriores, Alfonso Pérez Sánchez hizo una relación de las obras conservadasen la Academia en Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Inventario de las pinturas (Madrid, 1964). La obra fue continuada por José María de Azcárate con un grupo de colaboradores, quienes figuran entre las personas que han hecho posible las bases de datos que ahora se presentan. De este modo, cuando en los pasados años ochenta se comenzaron a elaborar listas informatizadas, lo que se resumía en ellas era el trabajo acumulado ya entonces de numerosas generaciones por cuyas manos habían pasado las obras de las ricas colecciones artísticas y documentales de la Academia. Se redistribuyeron las colecciones, se asignaron funciones y se fue generando un trabajo diverso en el que participaron numerosas personas, pero cuya labor no quedó unificada en un solo documento o archivo. Esa unificación fue la tarea que se puso como objetivo el proyecto que culmina con la herramienta puesta ahora a disposición de los estudiosos y del público más amplio.
Las bases de datos que se han diseñado y actualizado durante los últimos cuatro meses, gracias a una subvención nominativa de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ayuntamiento de Madrid, con cargo a los presupuestos municipales de 2018, son, por consiguiente, el trabajo de muchas personas durante años de correcciones, catalogaciones y estudios sobre los fondos que hoy conserva la Academia. Es un proceso que está en continua revisión, pero que permite tener acceso a unas colecciones poco conocidas en las que se cuentan más de 15.000 dibujos, 1.500 pinturas con numerosas obras de grandes maestros, 35.000 estampas de la Calcografía Nacional y las colecciones reales, 700 esculturas, 900 vaciados antiguos de famosas esculturas entre las que destacan las adquiridas por Velázquez, las realizadas en Portici para Carlos III y las regaladas por Mengs al rey para la Academia. A ello se suman medallas, bronces egipcios, porcelana china, abanicos, miniaturas, cerámica persa medieval y un numeroso repertorio de obras diversas que la Academia de San Fernando ha ido acumulando a lo largo de sus casi tres siglos de historia.
Con esta iniciativa facilitada por el Ayuntamiento de Madrid se abren de par en par las colecciones de la Academia para los estudiosos, los artistas, los expertos de museos y todos cuantos están interesados en conocer uno de los principales tesoros artísticos españoles.
Presentación
Fernando de Terán, director de la Real AcademiaJosé María Luzón, académico delegado del Museo
Víctor Nieto Alcaide, académico Archivero-Bibliotecario
Estrella de Diego, académica delegada del Taller de Vaciados
Juan Bordes, académico delegado de la Calcografía Nacional
Información
- Sala Guitarte
- Jueves 21 de febrero, 12:00 horas
- Entrada libre y gratuita hasta completar aforo