Un año más, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando acoge la exposición de los artistas e investigadores que disfrutaron de las becas que otorga la Academia de España en Roma. La exposición “Hecho en Roma. Becas de la Real Academia de España en Roma 2015-2016”, de la que es comisario Manuel Blanco, presenta algunos de los trabajos fuera de las salas de Calcografía Nacional introduciendo al visitante en el universo de la producción romana desde que éste accede a la Academia.
La muestra recoge una selección de los trabajos realizados por los siguientes artistas e investigadores: Susana Arenillas (fotografía), Fátima Bethencourt (arte), Gabriela Bettini (arte), Antonio Blanco Tejero (música), Andrés Catalán (poesía), Jorge Conde (arte), Alberto Díaz López (cine), Benjamín Domínguez Gómez (restauración), María Elena Cuenca (música), Jaime Ferrer Fores (arquitectura), Jaime González y Manuela Pedrón (comisariado), Iñaki Gracenea Zapirain (artes plásticas), José Guerrero Sánchez (fotografía), Ulises Juárez Polanco (literatura), Martín López Lam (cómic), Jesús Madriñán Fernández (arte), Inés Molina Fuentes (arte e ilusionismo), Clara Montoya Vozmediano (escultura), David Muñoz López (cine), Julia Ramírez Blanco (historia del arte), Rafael R. Villalobos (artes escénicas), Josep Tornero Sanchís (arte) y Juan Zamora González (arte).Hecho en Roma no es una exposición colectiva sino el resultado de una convivencia en uno de los centros de creación de mayor excelencia que existen. Las estancias en la Academia de Roma permiten a sus becados gozar de un ambiente único para el desarrollo de sus trabajos en una ciudad inspiradora y meta del Grand Tour para los amantes de las artes. La convivencia entre artistas e investigadores de distintas disciplinas es uno de los puntos más enriquecedores que viven los becarios, formando un microcosmos compuesto por formatos, géneros y recorridos vitales distintos. Roma significa para los becarios algo más que una estancia, se trata de un proceso vital que marcará para siempre sus trayectorias.
La muestra se compone de las obras emblemáticas realizadas en Roma por cada uno de sus veinticuatro becarios. A las disciplinas tradicionales de la Academia –pintura, escultura, música, arquitectura, literatura, poesía y restauración– este año se unen otras como el cine, el comisariado, el cómic, la fotografía o el ilusionismo. Aun así, el comisario ha querido otorgarles a todas el mismo valor y por ello serán expuestas bajo un formato común.
La Real Academia de España en Roma fue creada en 1873 durante el gobierno de la Primera República. Como se lee en el decreto fundacional, la nueva institución nació para “fomentar el genio nacional” ofreciendo “a nuestros artistas algún campo de estudio, algún lugar de recogimiento y de ensayo, en la ciudad que será eternamente la metrópoli del arte, en Roma”.
Roma se había convertido, a lo largo de los siglos, en destino tradicional de numerosos artistas españoles que buscaban perfeccionar su formación aprendiendo directamente de las fuentes de la antigüedad clásica. Como respuesta a este fenómeno, en 1746 la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando institucionalizó el envío de jóvenes pintores, escultores y arquitectos a Roma, los denominados “pensionados del rey”. El prestigio alcanzado por estas pensiones fue haciendo madurar la idea de la necesidad de fundar una institución con una sede estable. Finalmente, con la constitución del Reino de Italia y la proclamación de la Primera República española, se dieron las condiciones históricas favorables que permitieron el nacimiento de la entonces denominada Academia Española de Bellas Artes en Roma.
La monarquía borbónica, restaurada en España, mantuvo un apoyo decidido a la institución, alcanzándose en 1876 un acuerdo con el gobierno italiano para la transacción de la iglesia, convento y anejos de San Pietro in Montorio al Estado español, para la instalación de una academia de bellas artes.
Inaugurada oficialmente en enero de 1881, durante el reinado de Alfonso XII, la Real Academia de España ha acogido numerosas promociones de becarios. Desde su fundación y hasta mediados del siglo XX, la Academia tuvo como objetivo principal la formación de sus pensionados pintores, escultores, arquitectos, grabadores y músicos. Estos jóvenes artistas debían residir en Roma tres o cuatro años (dependiendo del momento histórico y de la especialidad de cada uno), pudiendo realizar ciertos viajes a otras ciudades y países en aras de mejorar su formación.
Desde la década de 1950, las becas se han ido acortando temporalmente, pero ha aumentado considerablemente el número de becarios que las han disfrutado, así como las especialidades presentes. A las cinco disciplinas tradicionales se fueron añadiendo otras de carácter humanístico, como literatura, teoría e historia de las artes, estética, historia y arqueología, museología, así como restauración, artes escénicas, cinematografía, fotografía y otras disciplinas afines.
En la actualidad, la Real Academia de España en Roma mantiene como objetivo principal, según se refleja en su Reglamento, la formación artística y humanística de creadores, restauradores e investigadores, con la finalidad derivada de lograr una mayor presencia cultural española en Italia y de mejorar el entendimiento de las culturas de ambos países.
Roma se había convertido, a lo largo de los siglos, en destino tradicional de numerosos artistas españoles que buscaban perfeccionar su formación aprendiendo directamente de las fuentes de la antigüedad clásica. Como respuesta a este fenómeno, en 1746 la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando institucionalizó el envío de jóvenes pintores, escultores y arquitectos a Roma, los denominados “pensionados del rey”. El prestigio alcanzado por estas pensiones fue haciendo madurar la idea de la necesidad de fundar una institución con una sede estable. Finalmente, con la constitución del Reino de Italia y la proclamación de la Primera República española, se dieron las condiciones históricas favorables que permitieron el nacimiento de la entonces denominada Academia Española de Bellas Artes en Roma.
La monarquía borbónica, restaurada en España, mantuvo un apoyo decidido a la institución, alcanzándose en 1876 un acuerdo con el gobierno italiano para la transacción de la iglesia, convento y anejos de San Pietro in Montorio al Estado español, para la instalación de una academia de bellas artes.
Inaugurada oficialmente en enero de 1881, durante el reinado de Alfonso XII, la Real Academia de España ha acogido numerosas promociones de becarios. Desde su fundación y hasta mediados del siglo XX, la Academia tuvo como objetivo principal la formación de sus pensionados pintores, escultores, arquitectos, grabadores y músicos. Estos jóvenes artistas debían residir en Roma tres o cuatro años (dependiendo del momento histórico y de la especialidad de cada uno), pudiendo realizar ciertos viajes a otras ciudades y países en aras de mejorar su formación.
Desde la década de 1950, las becas se han ido acortando temporalmente, pero ha aumentado considerablemente el número de becarios que las han disfrutado, así como las especialidades presentes. A las cinco disciplinas tradicionales se fueron añadiendo otras de carácter humanístico, como literatura, teoría e historia de las artes, estética, historia y arqueología, museología, así como restauración, artes escénicas, cinematografía, fotografía y otras disciplinas afines.
En la actualidad, la Real Academia de España en Roma mantiene como objetivo principal, según se refleja en su Reglamento, la formación artística y humanística de creadores, restauradores e investigadores, con la finalidad derivada de lograr una mayor presencia cultural española en Italia y de mejorar el entendimiento de las culturas de ambos países.
Manuel Blanco, doctor arquitecto, es Catedrático del Departamento de Composición Arquitectónica de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. Fue comisario del Pabellón de España en la X Biennale di Architettura di Venecia 2006, donde presentó España [f] Nosotras, las Ciudades. Ha comisariado y diseñado numerosas exposiciones concebidas como instalaciones, entre las que se encuentra la serie sobre Campo Baeza en MAXXI de Roma, Gallery Ma de Tokyo, Basilica Palladiana de Vicenza, Basilica Bizantina de Santa Irene, Urban Center of New York, Mies Van der Rohe’s Crown Hall, IIT Chicago.
Entre sus exposiciones más recientes destacan Grandes Encuadernaciones (Palacio Real de Madrid, 2012), Una ciudad llamada España (Central House of Artists de Moscú, 2011), Madrid.doc: Archivo de la Villa, archivo de la vida (Centro Cultural Conde Duque de Madrid, 2015), entre otras.
Desde el año 2013 es Director Académico del Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid (CSDMM), de la Universidad Politécnica de Madrid y dirige el Grupo de Investigación y el programa de doctorado de la UPM Arquitectura, Diseño, Moda & Sociedad.
Entre sus exposiciones más recientes destacan Grandes Encuadernaciones (Palacio Real de Madrid, 2012), Una ciudad llamada España (Central House of Artists de Moscú, 2011), Madrid.doc: Archivo de la Villa, archivo de la vida (Centro Cultural Conde Duque de Madrid, 2015), entre otras.
Desde el año 2013 es Director Académico del Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid (CSDMM), de la Universidad Politécnica de Madrid y dirige el Grupo de Investigación y el programa de doctorado de la UPM Arquitectura, Diseño, Moda & Sociedad.
Información
- Calcografía Nacional
- Alcalá 13, Madrid
- Martes a sábado: de 10 a 14 y de 17 a 20 h
- Domingos y festivos: de 10 a 14 h
- Lunes cerrado