La exposición Goya. El despertar de la conciencia destaca el cambio de actitud de Francisco de Goya (1746-1828) hacia el mundo a través de sus creaciones gráficas y pictóricas. La muestra tiene el valor añadido de presentar restauradas y por vez primera en la historia, la totalidad de las láminas de cobre que Goya creó y empleó para la estampación de sus grabados
Goya, a lo largo de su dilatada vida, realizó una obra inmensa con técnicas diversas como el óleo, el fresco o el grabado en la que se aprecian concepciones y formas de pintar muy distintas. En esta exposición se pueden comprobar las diferencias que existen entre sus obras iniciales y las realizadas en su madurez, hasta el punto de que parecen de artistas distintos. Así, las obras que pinta cuando viene a la corte muestran un estilo en sintonía con las orientaciones artísticas imperantes en su tiempo, y en su período de madurez es cuando Goya muestra una actitud crítica frente a la realidad que le rodea y a las normas artísticas dominantes en la pintura. En este despertar de la conciencia el pintor se aparta de los condicionantes académicos y cambia su actitud como pintor que ya no es para él solo una profesión sino un medio de expresión de su actitud vital y crítica.
Esta exposición, que se celebra después de la organizada en Milán (Goya. La rebelión de la razón), está dedicada a destacar este aspecto de la obra y la personalidad de Goya. Además, contiene un conjunto de obras que merecen una mención especial, las planchas de cobre realizadas para las series de grabados los Caprichos, los Desastres de la guerra y los Disparates (conservadas en la Academia, en la Calcografía Nacional) restauradas recientemente.
La muestra se estructura en cuatro secciones, El pintor, la norma y la clientela; El despertar de la conciencia; Una pintura al margen del estilo y La expresividad de la razón. Conformada por pinturas, dibujos, láminas y estampas, muestran la evolución artística y vital de Goya.
Madrid, 1940. Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid y se doctoró con su tesis Las vidrieras de la Catedral de Sevilla, un tema por el que ha tenido un gran interés a lo largo de su trayectoria profesional. En 1999 recibió el Premio Nacional de Historia de España por su obra La vidriera española. Ocho siglos de luz.
Ha ejercido una extensa labor docente en centros como la Universidad Complutense de Madrid, La universidad de La Laguna de Tenerife o la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. Desde 1981, es catedrático de Historia del Arte en la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Su labor investigadora se ha centrado en los campos de la historia del arte medieval y renacentista, con diversas publicaciones, como Arte prerrománico asturiano (1989), El Renacimiento: formación y crisis del modelo clásico (1980) o El descendimiento de van der Weyden (2003). También ha dedicado atención al arte contemporáneo escribiendo libros, artículos y colaboraciones en catálogos, por ejemplo, Lucio Muñoz (1989), Venancio Blanco (2006) o Rafael Canogar (2007). Ha comisariado exposiciones como Dos Dimensiones Dos, Rafael Canogar, La vidriera española, y en 2023-24, Goya. La rebelión de la razón (Milán), antesala de la presentada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
En 2003 ingresa en Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en la sección de Pintura. Ha sido académico delegado del Museo, del Archivo-Biblioteca y Publicaciones, y desde 2022 del Museo, Calcografía Nacional y Exposiciones Temporales.