Organizada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes y la Real Academia, la exposición “El taller del artista” comprende noventa fotografías y publicaciones de época que reflejan diversos espacios de creación de pintores y escultores, en un arco cronológico que abarca desde la última década del siglo XIX hasta los años cincuenta del XX. Las obras han sido seleccionadas entre los fondos conservados en el IPCE, especialmente el archivo fotográfico Moreno.
La exposición El taller del artista. Una mirada desde los archivos fotográficos del Instituto del Patrimonio Cultural de España se articula en cinco bloques. El primer ámbito presenta el bagaje decimonónico a través de la pintura de historia (Moreno Carbonero) y paisaje (Aureliano de Beruete), así como la herencia del academicismo y del arte clásico que queda simbolizada por la imagen del salón central del Museo de Reproducciones Artísticas alojado en el Casón del Buen Retiro, al que acudían numerosos artistas para dibujar los modelos de la Antigüedad grecorromana. Las imágenes muestran que la pervivencia del clasicismo en la enseñanza académica de aquella época, unida a la exuberancia formal y expresiva del modernismo, propició el eclecticismo característico de la escultura monumental y conmemorativa en España (Benlliure, Querol).El segundo y tercer bloques se centran tanto en los artistas de sociedad como en aquellos que practicaban un arte que se recrea en el folklore, las costumbres, indumentarias y tradiciones de las regiones y pueblos de España (López Mezquita, Eduardo Chicharro, Juan de Echevarría…), adoptando un enfoque sobre la realidad nacional que, en algunos aspectos, sintoniza con la obra literaria de la denominada Generación del 98, con cuyos miembros mantuvieron relación a través de tertulias y encuentros.
Un cuarto espacio, denominado “Aires de renovación”, incluye a pintores y escultores en quienes se advierte un estilo y una actitud más moderna y desenfadada, ajena tanto a las normas académicas como a la temática castiza. Sus obras viran hacia otros asuntos y estilos más definitorios del siglo XX, llegando en algunos casos, como Maruja Mallo y Jorge Oteiza, a transitar el terreno de la vanguardia.
La exposición concluye con un grupo de imágenes correspondientes a la época de guerra y posguerra, hasta comienzos de la década de 1950. En ellas alterna el arte oficial y conmemorativo del régimen franquista (Fructuoso Orduna, Juan Cristóbal…) con algunos ejemplos que muestran el incipiente resurgir de una cierta modernidad (Javier Clavo y su pintura reminiscente de Picasso o de Antoni Clavé).
Las imágenes seleccionadas para la muestra no pretenden ser una representación exhaustiva de las diversas tendencias del arte español en la primera mitad del siglo XX, pero sí permiten adivinar la riqueza de su entramado y de las distintas realidades que coexistieron durante aquellas décadas: desde el arte más conservador, oficial y académico, hasta visiones más frescas y novedosas, pasando por un amplio espectro de trayectorias individuales en las que se entreveró lo moderno con la herencia del clasicismo y de la pintura española del Siglo de Oro. Artistas y obras mostrados en sus estudios y talleres, a través de la cámara de destacados maestros de la fotografía de arte en España.
El taller del artista, exposición comisariada por Isabel Argerich y Óscar Muñoz, ofrece una visualización de distintos tipos de talleres, sobre todo pintores y escultores. No puede ser más idónea la presentación de la muestra en la sala de exposiciones temporales de la Real Academia, dada la condición de académicos que alcanzaron bastantes de los artistas que protagonizan las fotografías (José Moreno Carbonero, Mariano Benlliure, Aniceto Marinas, José Villegas y Cordero, Eduardo Barrón, Eduardo Chicharro, Fernando Álvarez de Sotomayor, Cecilio Plá, Manuel Benedito, José María López Mezquita, José Capuz, Victorio Macho…).
Las fotos de los estudios y talleres pueden considerarse auténticos retratos de los artistas que los habitan, incluso cuando éstos se encuentran ausentes de las imágenes fotográficas. Constituyen un género especial de retrato, en el que se dan cita tanto la dimensión pública y profesional de una persona como su vertiente más privada y personal. Las imágenes de la muestra –ya fueran realizadas por Mariano y Vicente Moreno como por Ruiz Vernacci, Conde de Polentinos, Cabré, Wunderlich o Pando– unen su valor documental al estético. Reflejan la maestría técnica de sus artífices en el dominio de la luz y la composición, junto a una sensibilidad capaz de captar la personalidad del pintor o escultor en simbiosis con el interior del estudio o taller en que trabaja.
La Fototeca del Instituto del Patrimonio Cultural de España contiene una treintena de archivos fotográficos que reflejan y documentan múltiples e interesantes aspectos del patrimonio cultural español. Estos archivos –Moreno, Ruiz Vernacci, Wunderlich, Pando, Conde de Polentinos, Cabré, etc.–son fruto de vidas enteras de dedicación por parte de destacados fotógrafos especializados en la reproducción fotográfica de monumentos y obras de arte, así como de aficionados a la fotografía y a la historia del arte, o de profesionales que utilizaron la fotografía como medio científico para el estudio de la obra de arte y de los vestigios históricos y arqueológicos.
La variedad y la extraordinaria calidad técnica y estética de las imágenes en las que ha quedado captado el pintor o el escultor dentro del taller –ya fuera trabajando, posando solo o recibiendo visitas– así como su espacio de trabajo, conservadas en la Fototeca del IPCE, han constituido el origen de la exposición El taller del artista. El taller, como tema recurrente en la historia del arte y factor esencial en la vida diaria de los artistas, ha sido en las últimas décadas objeto de importantes publicaciones y exposiciones, especialmente en Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Interés en el que se inserta esta exposición.
Carpeta de prensa
Imágenes. ZIP (328 Mb)Información
- Sala de exposiciones temporales
- 31 de marzo a 21 de mayo de 2017
- Martes a sábado: 10.00 a 14.00 y 17.00 a 20.00 h
- Domingos y festivos: 10.00 a 14.00 h
- Cerrado: lunes y 1 de mayo
- Entrada gratuita