El musicólogo Ismael Fernández de la Cuesta, Vicedirector de la Real Academia, imparte la segunda conferencia del programa de actividades que la Academia y la Fundación Banco Santander organizan en homenaje al musicólogo e historiador del arte Federico Sopeña, en el centenario de su nacimiento. Federico Sopeña defendió una concepción humanística de la musicología. Es decir, una investigación musical en conexión con la literatura, la historia, las artes, la filosofía e incluso las ciencias. Alejado del positivismo y de la mera recopilación de datos, lo suyo fue la "interpretación" de cada época con la música como foco principal, pero no exclusivo.
En el XV Congreso de la International Musicological Society (Madrid, 1992) del que tuve el honor de ser Presidente, al describir sumariamente la pujanza de la musicología en España me refería explícitamente a Federico Sopeña en los siguientes términos: “La cualificada obra de Federico Sopeña (1917-1991) que se ve reflejada en sus artículos, sus libros de variada temática (en especial la relativa a la música española y europea del siglo XIX) y en su magisterio como catedrático de Estética, Historia de la Música, de la Cultura y del Arte en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid hasta el año 1987, debe ser encuadrada dentro de una concepción humanista de la musicología”.Cuando se cumple el centenario del nacimiento del eximio catedrático, aquellas palabras pronunciadas ante musicólogos procedentes del mundo entero tienen hoy, veinticinco años después, mayor actualidad. La musicología entró por entonces en la universidad española como disciplina académica. Pero la música misma, que había sido universitaria durante siglos como disciplina del Quadrivium, quedó en el lugar académico no universitario que le había sido asignado en el siglo XIX: el conservatorio. En este espacio artístico, de donde han surgido los más ilustres músicos españoles en los dos últimos siglos, Federico Sopeña ejerció una influencia decisiva sobre sus compañeros profesores y sobre sus alumnos, muchos de los cuales han proseguido la actividad docente e investigadora del maestro con el mismo fervor, entusiasmo y competencia. Federico Sopeña fue, además, uno de los más eficaces impulsores de las importantes grabaciones discográficas de música española que, realizadas con rigor histórico en la década de los sesenta y setenta del pasado siglo, todavía siguen colmando el mercado mundial con notable éxito.
Durante el breve periodo que dirigió la Comisaría de la Música del Ministerio de Educación, fue él mismo quien, con la intervención de su colaborador Antonio Iglesias, me expresó su deseo de llevar el Coro de Monjes de la Abadía de Santo Domingo de Silos a Madrid para cantar en el Teatro Real, lo que se hizo realidad el día de Santa Cecilia de 1972. Aquel hecho, aparentemente sacrílego, de sacar el gregoriano fuera de su marco religioso, fue el primer peldaño para que este canto fuese tenido en muy alta estima por la sociedad moderna, cualquiera que sea su cultura, y los discos de Silos consiguieran insospechados éxitos comerciales.
Ismael Fernández de la Cuesta
De su extensa y reconocida bibliografía pueden destacarse algunos de los siguientes libros de los que es autor: Fuentes musicales en España durante la Edad Media, Antiphonale Silense, Las Cançons dels Trobadors, Francisco de Salinas: siete libros sobre la música, etc. Prestigiosos musicólogos le han tributado por ello un homenaje en forma de miscelánea (Inter-American Music Review, UCLA, 2007, 2 vols). Entre las distinciones y galardones recibidos por sus trabajos musicológicos y por sus grabaciones discográficas pueden señalarse (aparte del premio Gabriel de los Estados Unidos y la nominación a los EMMY) el “Grand Prix Charles Cros” (París, 1972) y el “Great Award of the Festival of the Fine Arts of Tokyo” (1974). El Rey de España le concedió en 2011 la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. En 2015 ha recibido el Premio del Festival “Terras Sem Sombra” de Portugal y el “Premio Castilla y León de la Restauración y Conservación del Patrimonio” que otorga la Junta de esta Comunidad Autónoma. Fue uno de los miembros fundadores del CERIMM (Centre pour la Recherche et l'Interprétation des Musiques Médiévales) de París y de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico (Castilla y León). La American Musicological Society le ha distinguido con el “Corresponding Member Award 2015” por sus méritos como musicólogo e intérprete.
La crítica especializada ha destacado en Ismael Fernández de la Cuesta y en su Coro, cuando ofrecen al público la fragilidad melódica del canto gregoriano en teatros y auditorios, la perfección artística y la pureza musical de sus interpretaciones. Hay referencias suyas en los más importantes periódicos del mundo, como el New York Times, el Boston Globe, el Philadelphia Enquirer, el Daily Telegraph, etc., y en muchos otros en lengua española.
Información
- Sala Guitarte
- Jueves 30 de marzo de 2017
- 18:00 horas
- Entrada libre y gratuita hasta completar aforo