Academia

Tres grandes compositores contemporáneos de Goya

Valeria Zorina e István Székely

La Academia presenta el tercer concierto incluido dentro de la programación especial en torno a la exposición Goya. El despertar de la conciencia. Un concierto ofrecido por la violinista Valeria Zorina y el pianista István Székely.

Intérpretes


Valeria Zorina                               violín
István Székely                                piano

Programa


Luigi Boccherini
Sonata para violín y clave en Mi bemol mayor, op. 5 nº 6, G. 30

Franz Joseph Haydn
Sonata para violín y piano en Fa mayor, op. 77 nº 2, Hob.III:82

Ludwig van Beethoven
Sonata para violín y piano en Mi bemol mayor nº 3, op. 12 nº 3

Luigi Boccherini (1743-1805)
Sonata para violín y clave en Mi bemol mayor, op. 5 nº 6, G. 30
En el curso de un amplio viaje europeo emprendido para darse a conocer como virtuoso violonchelista y como compositor, Luigi Boccherini recala en París en 1767. Allí se enamora de Clementina Pelliccia, una cantante de ópera que trabajaba en la compañía de Luigi Marescalchi, compañía que, en la primavera de 1768, emprendió viaje a España. Para estar cerca de Clementina, Boccherini se enroló en la orquesta de Marescalchi y así viajó a nuestro país, en el que iba a pasar el resto de sus días trabajando fundamentalmente al servicio del infante don Luis, hermano menor del rey Carlos III, lo que supuso que iba a estar alejado de la corte, viviendo con su patrón en los palacios de Boadilla del Monte (Madrid) en primer término y, más tarde, en el de Arenas de San Pedro (Ávila): ambos fueron construidos para don Luis por el arquitecto Ventura Rodríguez.
Pues bien, la Sonata en Mi bemol mayor que vamos a escuchar en este concierto fue compuesta al poco de llegar Boccherini a París. Es la última de una serie de seis que se publicaría en 1769 y que el compositor dedicó a Mme. Brillon de Jouay, una brillante intérprete de clavecín y de Forte-Piano. Ello explica que el título original de estas obras fuera el de Sonatas para Forte-Piano con acompañamiento de un violín pues, en efecto, la parte de teclado es de escritura más exigente. Por añadidura, Boccherini distaba por entonces de haber llegado a la madurez que alcanzaría tras su establecimiento en España. La obra se estructura en forma de díptico: un Maestoso assai seguido de un Rondo.

Franz Joseph Haydn (1732-1809)
Sonata para violín y piano nº 7, en Fa mayor, op. 77 nº 2, Hob.III:82
En 1799, en plena madurez humana y artística, mientras componía el oratorio Las estaciones que no terminó hasta 1801, Haydn se comprometió con el príncipe Lobkowitz a componer una nueva serie de seis cuartetos de cuerda de los cuales solamente completaría dos, los Cuartetos op. 77 nº 1, en Sol mayor y op. 77 nº 2, en Fa mayor. Estas dos obras fueron editadas también, junto a otras seis de diversa procedencia camerística o pianística, como Sonatas para violín y piano, en arreglo instrumental probablemente hecho por el propio Haydn, formando un álbum del que estas Sonatas op. 77 serían las dos últimas de la colección de ocho, curiosamente con el orden cambiado entre sí con respecto al que tenían los cuartetos de origen, es decir, la Sonata en Fa mayor que aquí vamos a escuchar lleva el nº 7, mientras que la Sonata en Sol mayor cierra la colección con el nº 8. Otra peculiaridad de estas dos Sonatas con origen cuartetístico es que presentan tres movimientos, frente a los cuatro que tienen los cuartetos de los que proceden: en ambos casos se prescinde del Minuetto.
La Sonata en Fa mayor es música del mejor Haydn, lo que equivale a decir que es una obra maestra del clasicismo vienés, ese glorioso movimiento musical cuya cima compartió Haydn con su admirado Mozart hasta que, en 1791, la prematura muerte del salzburgués le dejó solo a la cabeza de la música europea. El primer tiempo, Allegro moderato, propone un curso musical muy denso, rico en temas que son tratados y desarrollados con procesos armónicos muy originales y complejos. Sigue un hermoso Andante de carácter lírico cuya forma presenta una singular combinación de elementos de rondó, variación y sonata. El Vivace que cierra la composición es una especie de polonesa que transmite energía y expresividad positiva.

Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Sonata para violín y piano en Mi bemol mayor nº 3, op. 12 nº 3
Las tres primeras sonatas para violín y piano compuestas por Beethoven fueron publicadas conjuntamente por Artaria, en Viena, en 1799. Habían sido escritas entre 1796 y 1798. Representan, pues, a la primera etapa creativa de Beethoven, aquella en la que partió asumiendo manifiestamente las formas de sus ilustres antecesores -Mozart y Haydn-, lo que no obstó para que dejara muestras de un talento grande y con personalidad propia que estallaría al comienzo del nuevo siglo inaugurando la estética romántica.
La Sonata nº 3 consta de tres movimientos. Se inicia con un Allegro con spirito en forma sonata, con material temático bellamente expuesto en diálogo entre los dos protagonistas y desarrollado a continuación en una sección pletórica de vigor y que pone en juego el virtuosismo de los intérpretes. En la recapitulación sorprende Beethoven con la breve aparición de un nuevo tema que se añade a los fundamentales.
El segundo tiempo es un Adagio con molt’espressione caracterizado por el vuelo lírico del tema principal, que es expuesto inicialmente por el piano acompañado por un discreto violín que enseguida tomará el protagonismo cantable para seguir un curso de bella y apacible musicalidad.
La Sonata en Mi bemol mayor de Beethoven concluye con un Allegro molto en forma de rondó, música que rebosa vitalidad, alegría y brillantez desde la misma exposición del tema que ejercerá la función de recurrente estribillo.

José Luis García del Busto

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