El catedrático del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, Miguel Bernal, ofrecerá en la Academia un concierto de órgano.
Intérprete
Miguel Bernal Ripoll, órganoPrograma
Sebastián Aguilera de Heredia (1561-1627), Salve de primer tonoArnolt Schlick (h. 1455-h. 1521), Maria zart von edler Art
Antonio de Cabezón (1510-1566), Hymnus Quem Terra Pontus
Antonio de Cabezón (1510-1566), Communio Beata viscera Mariae
Antonio de Cabezón (1510-1566), Hymnus Ave Maris Stella
Pablo Bruna (1611-1679), Tiento sobre la letanía de la Virgen
Nicolás de Grigny (1672-1703), Hymne Ave Maris Stella
- Plain chant
- Fugue
- Duo
- Dialogue
Dietrich Buxtehude (1637-1707), Magnificat primi toni BuxWV 203
Johann Sebastian Bach (1685-1750), Sonata en Sol Mayor BWV 530
- Vivace
- Lento
- Allegro
Johann Sebastian Bach (1685-1750), Fuga sopra Magnificat BWV 733
Gran parte de las obras del programa son piezas destinadas al uso litúrgico, y concretamente para fiestas de la Virgen: antífonas marianas (Salve Regina), comuniones (Beata Viscera Mariae), himnos (Quem terra pontus, Ave maris stella), cánticos (Magnificat), letanías. Todas ellas son textos cantados pertenecientes a diversos momentos de misa u oficio, que en ocasiones solemnes eran sustituidos por piezas de órgano.
En las obras de Cabezón (organista de la corte de Felipe II) se dan cita la tradición del canto litúrgico y el elaborado arte contrapuntístico de fines del Renacimiento, pues sobre los cantos llanos —ocultos como armazón de la pieza- se construyen edificios sonoros de gran complejidad. En la Salve del aragonés Aguilera, que se asoma ya a un incipiente barroco, se aprovecha simplemente el incipit de dicha antífona repetida en todas las voces. En el tiento de Pablo Bruna, llamado “el ciego de Daroca”, el sencillo tema repetitivo de las letanías de la Virgen (que se cantan corrientemente en el Rosario, pero también de manera independiente) sirve de célula para unas extensas variaciones, repitiendo dicho elemento con el esquema armónico de la folía.
Junto a esta música puramente litúrgica se incluye el lied Maria zart von edler Art, obra escrita sobre la melodía de una antigua canción devocional alemana, por Arnolt Schlick, uno de los más importantes organistas alemanes del Renacimiento. Fue organista del Elector del Palatinado en Heidelberg y tocó en la coronación de Maximiliano I.
Los versos de Grigny son piezas para la liturgia, para alternar con el canto del himno correspondiente. Tras el primer verso, de corte tradicionalmente organístico (Plein chant), el instrumento adapta sonoridades inspiradas en las formaciones instrumentales de la época, camerísticas (Fugue, Duo) u orquestales (Dialogue sur “les Grands Jeux”). Se trata de versos de notable brillantez, lógicamente para grandes solemnidades. No en vano Grigny fue organista de la catedral de Reims, donde se coronaba a los reyes de Francia.
También la sonata de J. S. Bach, que pertenece a la colección de seis compuestas para la educación de su hijo Wilhelm Friedmann, incorpora un lenguaje propio de la música de cámara (dos violines y un bajo), con elementos también del concero grosso por la alternancia de secciones que asemejan tutti o soli. El tema del movimiento lento recuerda al del aria Erbarme dich de la Pasión según san Mateo.
El danés germanizado Dietrich Buxtehude fue el más importante de los organistas del norte, afincado en Lübeck, centro de la Liga Hanseática. Allí instituyó los Abendmusiken, importantes celebraciones religiosas donde la música tenía un destacado papel. Para aquellas celebraciones sería este Magnificat, políptico compuesto de muchas secciones de carácter contrastante, las cuales alternarían con los versículos del cántico correspondiente (que había sobrevivido a la Reforma protestante) o quizás lo sustituirían totalmente. Para un propósito similar sería la fuga sobre el Magnificat de Bach, en este caso sobre la entonación de dicho cántico en el llamado tonus peregrinus, con sus dos cuerdas de recitación. El tejido de la pieza está construido con el incipit de la primera parte de dicha entonación, incorporándose hacia el final el Cantus Firmus completo en valores largos en el pedal, obteniendo así la Gravität por la que Bach se había mostrado interesado como ideal sonoro.
Miguel Bernal
En las obras de Cabezón (organista de la corte de Felipe II) se dan cita la tradición del canto litúrgico y el elaborado arte contrapuntístico de fines del Renacimiento, pues sobre los cantos llanos —ocultos como armazón de la pieza- se construyen edificios sonoros de gran complejidad. En la Salve del aragonés Aguilera, que se asoma ya a un incipiente barroco, se aprovecha simplemente el incipit de dicha antífona repetida en todas las voces. En el tiento de Pablo Bruna, llamado “el ciego de Daroca”, el sencillo tema repetitivo de las letanías de la Virgen (que se cantan corrientemente en el Rosario, pero también de manera independiente) sirve de célula para unas extensas variaciones, repitiendo dicho elemento con el esquema armónico de la folía.
Junto a esta música puramente litúrgica se incluye el lied Maria zart von edler Art, obra escrita sobre la melodía de una antigua canción devocional alemana, por Arnolt Schlick, uno de los más importantes organistas alemanes del Renacimiento. Fue organista del Elector del Palatinado en Heidelberg y tocó en la coronación de Maximiliano I.
Los versos de Grigny son piezas para la liturgia, para alternar con el canto del himno correspondiente. Tras el primer verso, de corte tradicionalmente organístico (Plein chant), el instrumento adapta sonoridades inspiradas en las formaciones instrumentales de la época, camerísticas (Fugue, Duo) u orquestales (Dialogue sur “les Grands Jeux”). Se trata de versos de notable brillantez, lógicamente para grandes solemnidades. No en vano Grigny fue organista de la catedral de Reims, donde se coronaba a los reyes de Francia.
También la sonata de J. S. Bach, que pertenece a la colección de seis compuestas para la educación de su hijo Wilhelm Friedmann, incorpora un lenguaje propio de la música de cámara (dos violines y un bajo), con elementos también del concero grosso por la alternancia de secciones que asemejan tutti o soli. El tema del movimiento lento recuerda al del aria Erbarme dich de la Pasión según san Mateo.
El danés germanizado Dietrich Buxtehude fue el más importante de los organistas del norte, afincado en Lübeck, centro de la Liga Hanseática. Allí instituyó los Abendmusiken, importantes celebraciones religiosas donde la música tenía un destacado papel. Para aquellas celebraciones sería este Magnificat, políptico compuesto de muchas secciones de carácter contrastante, las cuales alternarían con los versículos del cántico correspondiente (que había sobrevivido a la Reforma protestante) o quizás lo sustituirían totalmente. Para un propósito similar sería la fuga sobre el Magnificat de Bach, en este caso sobre la entonación de dicho cántico en el llamado tonus peregrinus, con sus dos cuerdas de recitación. El tejido de la pieza está construido con el incipit de la primera parte de dicha entonación, incorporándose hacia el final el Cantus Firmus completo en valores largos en el pedal, obteniendo así la Gravität por la que Bach se había mostrado interesado como ideal sonoro.
Miguel Bernal
Información
- Salón de actos de la Real Academia de Bellas Artes, Alcalá 13, Madrid
- Sábado 13 de junio de 2015, 12:00 horas
- Entrada libre y gratuita hasta completar aforo
Organizadores
Miguel Bernal realizó estudios musicales de piano, órgano y composición en el Conservatorio Superior “Óscar Esplá” de Alicante con los profesores Mª José Carrillo, Ana Guijarro, José Peris Lacasa y Adolfo Gutiérrez Viejo, y en el Conservatorio Superior de San Sebastián con Tomás Aragüés y Esteban Elizondo. Tras diplomarse con las máximas calificaciones ingresó en el Conservatoire National Superieur de Musique de Lyon (Francia), en la clase de órgano de Xavier Darasse, obteniendo el Diplôme National des Etudes Superieurs de Musique, con mención. Estudió también clave y continuo con Willem Jansen en el Seminaire pour l’Etude et la Prâtique de la Musique Ancienne del CNR de Toulouse (Francia). Asistió, además, a numerosas academias internacionales, siguiendo cursos con maestros como Ton Koopman, Michael Radulescu, Jean Boyer, Harald Vogel, Michel Chapuis, Montserrat Torrent, etc. Miguel Bernal se doctoró en la Universidad Autónoma de Madrid, con la tesis Procedimientos constructivos en la música para órgano de Joan Cabanilles, dirigida por José Vicente González Valle.
Además de desarrollar una actividad concertística en los principales festivales de España, así como en Francia, Italia, Suiza, Holanda, Dinamarca y Estados Unidos, realiza una labor de investigación sobre la música antigua ibérica para órgano, que ha dado como fruto numerosas publicaciones en revistas especializadas, así como la realización de una nueva edición crítica de la Facultad Orgánica de Francisco Correa de Arauxo (SEdeM, 2005 y 2013), y una edición de obras selectas de Antonio de Cabezón (Bärenreiter, 2010) en colaboración con Gerhard Doderer.
Imparte regularmente cursos monográficos, es llamado a impartir seminarios y lecciones magistrales en prestigiosos conservatorios europeos como Milán, Udine, Monopoli (Italia), Rennes, Boulogne-Billancourt (Francia), Løgumkloster (Dinamarca), y a participar como jurado en concursos internacionales. Ha sido director de Cursos Internacionales de Música de la Universidad de Extremadura (2000-2002). Ha sido profesor especial de órgano del Conservatorio Superior de Alicante, catedrático de órgano del Conservatorio de Cáceres y del Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla. En la actualidad es titular de la cátedra de órgano del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, centro del que ha sido vicedirector (2012-2013).
Además de desarrollar una actividad concertística en los principales festivales de España, así como en Francia, Italia, Suiza, Holanda, Dinamarca y Estados Unidos, realiza una labor de investigación sobre la música antigua ibérica para órgano, que ha dado como fruto numerosas publicaciones en revistas especializadas, así como la realización de una nueva edición crítica de la Facultad Orgánica de Francisco Correa de Arauxo (SEdeM, 2005 y 2013), y una edición de obras selectas de Antonio de Cabezón (Bärenreiter, 2010) en colaboración con Gerhard Doderer.
Imparte regularmente cursos monográficos, es llamado a impartir seminarios y lecciones magistrales en prestigiosos conservatorios europeos como Milán, Udine, Monopoli (Italia), Rennes, Boulogne-Billancourt (Francia), Løgumkloster (Dinamarca), y a participar como jurado en concursos internacionales. Ha sido director de Cursos Internacionales de Música de la Universidad de Extremadura (2000-2002). Ha sido profesor especial de órgano del Conservatorio Superior de Alicante, catedrático de órgano del Conservatorio de Cáceres y del Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla. En la actualidad es titular de la cátedra de órgano del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, centro del que ha sido vicedirector (2012-2013).