Concierto

Elisabeth Claude Jacques de la Guerre

Elisabeth Claude Jacques de la Guerre fue descendiente de una larga tradición musical: abuelo y tío eran afamados constructores de órganos. Su padre era organista de la iglesia Saint-Louis-en-l’Ile de París, y todos sus hermanos fueron también músicos de buena reputación. Luis XIV la animó a «cultivar el maravilloso talento que le había dado la naturaleza»

El propio Titon du Tillet en su Le Parnasse Français de 1732 (anecdotario sobre famosos poetas y músicos durante elreinado de Luis XIV) habla de su «maravillosa facilidad para tocar preludios yfantasías espontáneamente». «A veces improvisa sobre cualquier tonalidad otema requeridos durante media o una hora completa con melodías y armonías
de gran variedad, de manera impecable y encantando a sus oyentes».
 
En 1684 abandonó el dorado de Versalles para mudarse a París y casarse con el organista Marin de La Guerre, quien acabaría siendo organista de la Sainte- Chapelle. En la capital no le costaría continuar con su carrera ofreciendo tanto clases particulares como conciertos de éxito como compositora e intérprete. De este modo, el mérito y la fama de «Madame de La Guerre» no dejaron de ir en aumento en esta gran ciudad, y todos los grandes músicos y entendidos acudían diligentemente a oírla tocar el clave. De esta época feliz son obras como Jeux l’honneur e la Victoire de 1691, o su ópera (tragédie lyrique) Céphale et Procris de 1694. De hecho, el Mercure Galant de diciembre de 1690 publicó nada menos que nueve páginas de su edición en verso calificándola de «sombra de Lully» o bien de «la compositora y músico más prominente». La que ya era conocida como Mademoiselle de La Guerre tenía entonces veintiséis años.
 
Esta época de esplendor y sus gratas vivencias se verían truncadas por el fallecimiento de la mayoría de sus personas cercanas: su madre, su padre, su hermano Nicolás, su marido y hasta su único hijo de diez años de edad, también un prodigio del clave. La compositora se recluyó en su intimidad durante varios años, hasta 1707, año que publica la colección de sonatas que hoy nos ocupa integralmente. Esta nueva Jacquet de La Guerre reaparece con madurez, reflexión y sabiduría regalándonos una de las más exquisitas y desconocidas páginas que el repertorio para violín, ya de por sí tan extenso y magnífico, posee.
 
Junto con Couperin y Rebel, Eisabeth Jacquet de la Guerre es una de las pioneras en explorar la Sonata en Francia. El estilo italianizante de sus 000, da muestras de su maestría y su sensibilidad excepcional, creando inteligentes sucesiones armónicas y dando forma a los diversos registros estilísticos, adelantados a su época.
 
Nos deja ella así como legado una obra fantástica que le da su valor propio en el parnaso de los creadores del barroco, reclamando su merecido lugar entre los compositores más célebres.

Descargar programa del concierto (324 kb)

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