Cuatro formaciones de música de cámara del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid interpretan obras de Schubert, Beethoven, Brahms y Rajmáninov, dentro del programa musical conjunto del Conservatorio y la Academia.
El Quinteto Sabatini se constituyó en Madrid en octubre de 2020. Carla Meléndez (violín), procedente de Venezuela, realizó sus estudios de grado medio en Tenerife. Alba Mota (viola) estudió en el Conservatorio de Móstoles. Íñigo Peces (violonchelo) inició sus estudios en una academia Suzuki antes de ingresar en el RCSMM. Edilyn López (contrabajo) se ha formado en el sistema de orquestas de Venezuela y en la escuela latinoamericana de contrabajo con el profesor Felix Petit. Inés Alvarado (piano) terminó su grado medio en el Conservatorio Profesional de Música Arturo Soria, y ha sido becada durante un año en Reino Unido. Actualmente todos sus integrantes estudian Música de Cámara en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid con la profesora Cheng-I Chen Liu.
El Trío Holtzlo forman Guillermo Torre (clarinete), Nagore Díaz Gómez(violonchelo) y Carlos Martínez Paredes (piano), alumnos del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, quienes estudian Música de Cámara con el profesor Juan Carlos Garvayo.
Este trío nació de la amistad y convivencia de Joan Benlloch (violín), Pilar Zamora (viola) y Mario Almorox (piano) que se han ido conociendo a lo largo de sus estudios en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Dicha formación se ha consolidado este año, con optimismo de tener un largo recorrido profesional. Actualmente reciben clases de Música de Cámara del profesor Héctor Sánchez.
El Trío Mekong ha nacido en el curso académico 2020-2021 cuando tres antiguos compañeros que ya habían participado en varios conjuntos del Conservatorio Arturo Soria coincidieron de nuevo en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Bajo la tutela de Graham Jackson han trabajado Mozart, Rajmáninov y Mendelssohn. Han actuado en auditorios como el Tomás Luis de Victoria del RCSMM. Sus integrantes son Nerea Prieto (violín), Ángel Pliego (violonchelo) y Pablo Salido (piano).
Información
- Salón de actos
- Sábado 24 de abril, 12:00 horas
- Entrada gratuita. Aforo limitado
- Acceso por orden de llegada. Se recomienda acudir con suficiente antelación
- Uso obligatorio de mascarilla
Carla Meléndez, violín
Alba Mota, viola
Íñigo Peces, violonchelo
Edilyn López Orozco, contrabajo
Inés Alvarado, piano
Profesora, Cheng-I Chen Liu
Trío Holtz
Guillermo Torre, clarinete
Nagore Díaz Gómez, violonchelo
Carlos Martínez Paredes, piano
Profesor, Juan Carlos Garvayo
Trío Burmenko
Joan Benlloch, violín
Pilar Zamora, viola
Mario Almorox, piano
Profesor, Héctor Sánchez
Trío Mekong
Nerea Prieto, violín
Ángel Pliego, violonchelo
Pablo Salido, piano
Profesor, Graham Jackson
Programa
I. Quinteto SabatiniFranz Schubert (1797-1828)
Quinteto con piano, op. 114, “La Trucha”, D 667
- 1. Allegro vivace
- 4. Tema con Variaciones
II. Trío Holtz
Ludwig van Beethoven (1770-1827)
Trío núm. 4 en Si bemol mayor, para clarinete, violonchelo y piano, op. 11
- 1. Allegro con brio
- 2. Adagio con espressione
- 3. Tema con variazione (“Pria chìo l`impegno”: Allegretto)
III. Trío Burmenko
Johannes Brahms (1833-1897)
Trío op. 40, para violín, trompa y piano [arr. viola]
- 1. Andante
- 2. Scherzo (Allegro)
IV. Trío Mekong
Serguéi Rajmáninov (1873-1943)
Trío elegíaco núm. 1 en Sol menor, para violín, violonchelo y piano
A principios del siglo XIX, Viena era un lugar privilegiado para la música de cámara. Franz Schubert encontró una evolución progresiva, sin transformaciones espectaculares. Desde los primeros intentos se hace notar una flexibilidad del discurso que nutre al constante brote del lirismo. Apenas hay alegría sin melancolía, ternura y poesía sin alguna broma o algún rastro de malicia. El quinteto “La Trucha” fue escrito en 1819 por encargo de Sylvester Paumgartner, melómano ilustrado, en cuya casa probablemente se produjo la primera audición privada. El título proviene del cuarto movimiento, constituido por unas variaciones sobre el célebre Lied del mismo nombre. El piano, pese a tener una parte importante, no será tratado como instrumento solista, sino melódico, fundido con el grupo de las cuerdas. El último movimiento es el momento crucial de la partitura. Por primera y última vez Schubert compone variaciones instrumentales sobre un tema tomado de su propio Lied.
Situada en la frontera de los siglos XVIII y XIX, la obra de Ludwig van Beethoventrasciende el Clasicismo y lleva en sí todo el Romanticismo. Esto se verifica especialmente en la producción de cámara. El estallido del marco formal y tonal de la forma sonata precipita una evolución que revoluciona los esquemas establecidos y las ideas por tal o cual época, tal o cual sensibilidad. El Trío en Si bemol mayor, op. 11, para clarinete, violonchelo y piano fue compuesto en 1798 y está dedicado a la condesa Von Thun. Tras un Allegro con brio virtuosístico y patético, llega un Adagio con espressione cuyo único tema es conducido por el violonchelo. El movimiento final Tema con variazione toma el tema (Pria chìo l`impegno) de la ópera de Joseph Weigl Le Corsaire pour amor.
Brahms mostrará a lo largo de su vida un gusto por formaciones instrumentales bastante inusuales. ¿Cómo se puede describir la música de cámara de Johannes Brahms? Citando al exégeta francés Claude Rostand: “Por supuesto se trata siempre de música pura, sin pretextos o intenciones literarios. Sin embargo, las fuentes de inspiración son visibles. En este campo, Brahms ha sido el primero, después de Beethoven, que ha encontrado un equilibrio particular entre inspiración y ciencia. Después, en su siglo, fue imitado, pero no superado”. El Trío para violín, trompa y piano, opus 40 fue compuesto entre 1864 y 1865, reuniendo en el mismo los tres instrumentos que Brahms practicó en su juventud. Es casi una excepción en la historia de la música de cámara germana del siglo XIX, puesto que la trompa no había tenido oportunidad de manifestarse más que en la Sonata opus 17 de Beethoven. Los paisajes de la Selva Negra son los que inspiran a Brahms: “Paseando una mañana, en el momento en que el sol se puso a brillar entre los árboles la idea del trío me vino al espíritu con su primer tema”. Es una partitura que Brahms quiso especialmente y que, pese a ello, no se toca con frecuencia.
Serguéi Rajmáninov es el último representante de la tradición romántica. Hubo que esperar a que terminara la Segunda Guerra Mundial y se liquidara su herencia americana para que sus obras de cámara, todas ellas anteriores a 1902, fueran recuperadas. Así se descubrieron sus dos cuartetos juveniles y su Trío elegíaco núm. 1. Fue un compositor completamente instintivo, especialmente en las partituras de pequeña y mediana amplitud en las que su melancolía conmueve sin provocar. El Trío elegíaco núm. 1 en Sol menor, para violín, violonchelo y piano fue escrito en 1892. Consiste en un solo movimiento en forma de sonata clásica, constituido por doce episodios encadenados. Los principales episodios son repetidos simétricamente para acabar con una marcha fúnebre que muestra la propensión del músico a transformar el piano en un instrumento capaz de sonar como un tañido, de percutir como un tambor grave, de dejar que el sonido ocupe el espacio acústico.
François-René Tranchefort, Guía de la música de cámara