Información
- Salón de actos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
- Alcalá 13, Madrid
- Martes 14 de febrero, 12:00 horas
- Entrada libre y gratuita
Organizadores
Bajo el título “La Muerte y la doncella”, tomado del cuarteto para cuerda n. 14 de Franz Schubert, el Cuarteto Bretón propone un concierto singular. Además de la obra de Schubert, la formación interpretará el cuarteto n. 8 de Dmitri Shostakóvich, dedicado por el compositor ruso a “las víctimas de la guerra y del fascismo”.
Cuarteto Bretón
Anne-Marie North violínAntonio Cárdenas violín
Alberto Clé viola
John Stokes violonchelo
Programa
Dmitri Shostakóvich (1906-1975)Cuarteto de cuerdas n. 8, op.110. En memoria de las víctimas del fascismo y de la guerra
- Largo
- Allegro molto
- Allegretto
- Largo
- Largo
Franz Schubert (1797-1828)
Cuarteto de cuerdas n. 14, D.810. La Muerte y la doncella
- Allegro
- Andante con motto
- Scherzo
- Presto
El Cuarteto de cuerdas n° 8 en do menor op. 110 de Dimitri Shostakóvich se compuso en 1960. Se trata de una de sus obras más conocidas y tocadas, de la cual muchos temas fueron utilizados por el compositor en otras obras: primer movimiento, referencias a sus Sinfonías n. 1 y n. 8; segundo movimiento, un tema judío enunciado en el Trío para piano n. 2; tercer movimiento, el tema del Concierto para cello n. 1; cuarto movimiento, el tema ruso y el aria Seryozha mi amor del tercer acto de la ópera Lady Macbeth del distrito de Mtsensk; quinto movimiento, también hace referencia a motivos de Lady Macbeth.
Otra curiosidad es que el compositor utilizaba un motivo musical de cuatro notas, el monograma musical DSCH: motivo utilizado por el compositor para representarse a sí mismo. Se trata de un criptograma musical, como lo fue el motivo BACH de Johann Sebastian Bach.
El motivo DSCH está formado por las notas re-mi bemol-do-si, que equivale a D-Es-C-H en notación musical alemana, correspondientes a las iniciales del compositor (Д. Ш., siendo su nombre y apellido en cirílico Дмитрий Шостакович), transliteradas al alemán (D. Sch.).
Desde 1959, Shostakóvich, que sufría poliomielitis, se dirigía oficialmente a los alrededores de Dresde para escribir la música de la película Cinco días y cinco noches, y extraoficialmente para recibir tratamientos. Impresionado por la vista de la ciudad devastada, dedicó el cuarteto (escrito en tres días, del 12 al 14 de julio de 1960) a “las víctimas de la guerra y del fascismo”.
Se le atribuyen a Shostakóvich las siguientes citas referentes a ese cuarteto: “Me dije que después de mi muerte nadie compondría una obra en memoria mía. Así que decidí componer una yo mismo” / “El tema principal de ese cuarteto son las notas D. Es. C. H., es decir mis iniciales, y cité algunas de mis obras. ¡Una pequeña antología!”.
El Cuarteto n° 8 fue estrenado hace cincuenta y siete años, el 2 de octubre de 1960 por el Cuarteto Beethoven en Leningrado. Es interesante que en el mismo año Krzysztof Penderecki (1933) compusiera su Treno a las víctimas de Hiroshima, una composición musical para cincuenta y dos instrumentos de cuerda frotada. Así pues, dos obras dedicadas a la Segunda Guerra Mundial.
Como anécdota, Rostropóvich contó que regresando de una serie de conciertos, Shostakóvich le hizo escuchar una grabación de los ensayos del Cuarteto n. 8 por el Cuarteto Beethoven, diciéndole: “Por fin he escrito una obra que quisiera que tocaran durante mi entierro”.
La muerte y la doncella de Franz Schubert son en realidad dos muertes y dos doncellas, puesto que primero compuso una canción o lied, y más adelante un cuarteto de cuerda basado en la misma. La canción, escrita en 1817, es una pieza para voz y piano que pone música a un poema de Matthias Claudius.
Das Mädchen [La Doncella]:
Vorüber! Ach, vorüber! [¡Pasa de largo! ¡Oh, pasa de largo!]
Geh, wilder Knochenmann! [¡Vete, fiero hombre de huesos!]
Ich bin noch jung! Geh, lieber, [¡Aún soy joven! Mejor vete,]
Und rühre mich nicht an. [Y no me toques.]
Der Tod [La Muerte]:
Gib deine Hand, du schön und zart Gebild! [¡Dame la mano, bella y tierna criatura!]
Bin Freund, und komme nicht, zu strafen. [Yo soy tu amigo y no vengo a castigar.]
Sei gutes Muts! ich bin nicht wild, [¡Ten buen ánimo! No soy fiero,]
Sollst sanft in meinen Armen schlafen! [¡Dormirás tiernamente en mis brazos!]
La fascinación de este lied es que Schubert pasa hábilmente, casi sin que nos demos cuenta, del tono menor (pesimista) al mayor (optimista) en el último verso, dando apoyo musical a las palabras de la Muerte que, como por arte de magia, deja de ser una amenaza para convertirse en una “amiga”.
En 1824, Schubert compone su famoso Cuarteto para cuerda n. 14,Der Tod und Das Mädchen, basándose en la canción que había escrito siete años antes. Acababa de salir de una dura enfermedad y era consciente de que estaba muriendo de sífilis, y para colmo de males estaba arruinado. El Cuarteto es desgarrador desde la primera nota hasta la última y dura aproximadamente cuarenta minutos.
Empieza con un angustioso Allegro que describe magistralmente la lucha desesperada de la Doncella contra la Muerte y que equivaldría a la primera estrofa de la canción (en espíritu nada más, porque la melodía no coincide).
Le sigue el famoso Andante con motto basado en el tema de la Muerte de la canción original de Schubert y que es el que da título al Cuarteto. Este movimiento es un “tema con variaciones”. Se nos presenta primero el asunto principal y luego cinco variaciones sobre el mismo, en las que el tema va sufriendo diversas modificaciones pero sigue siendo reconocible.
En el tercer movimiento, Scherzo, la Muerte ha salido victoriosa y toca una “alegre” danza con su violín. Por si no os acordáis, la Muerte es una violinista excepcional que suele ir alegrando los cementerios al ritmo de sus melodías.
El cuarto movimiento, Presto, es una tarantela vertiginosa, una danza macabra en toda regla. El ritmo es endemoniado, nunca mejor dicho, y apenas deja tiempo de respirar.
En este periodo de su vida, Schubert pasaba un momento muy complicado, negando el amor y la amistad, presa de sífilis y terriblemente débil, lo que quedó reflejado en el carácter de esta obra. Se interpretó parcialmente por vez primera en Viena el 1 de febrero de 1828, pocos meses antes de la muerte de Schubert. Inicialmente no obtuvo éxito y no pudo encontrar editor. La obra se publicaría póstumamente en 1832.
Gustav Mahler realizó una versión para orquesta de cuerda de esta obra, que en realidad es una orquestación del cuarteto, sin ninguna añadidura, variación o modificación.
John Stokes
El Cuarteto Bretón, descrito como “uno de los cuartetos de cuerda con más proyección de nuestro país”, desarrolla una muy diversa e intensa actividad musical desde su inicio en el año 2003. Nació en defensa y promoción del repertorio español, tanto en obras reconocidas como perdidas u olvidadas, sin obviar las obras de nueva producción y las de los grandes maestros de todos los tiempos como Haydn, Mozart, Beethoven, etc. En cierto modo, se inspiró en el trabajo y programación del Cuarteto Francés (1903-1915), cuyo viola fue Conrado del Campo, compositor madrileño que escribió catorce cuartetos de cuerda numerados.
El Cuarteto Bretón realizó un trabajo de redescubrimiento de repertorio de compositores españoles, como Jesús Guridi, Tomás Bretón o el previamente citado, Conrado del Campo, estrenando y re-estrenando obras suyas, cien años después de su composición. Se involucraron en la edición de obras como el Cuarteto de cuerda n. 2 de Jesús Guridi de UME (Music Sales Group), y editaron el Cuarteto de cuerda n. 1 “Oriental” (1903) y el Cuarteto de cuerda n. 8 “A la muerte de su madre” (1913) de Conrado de Campo. A partir del trabajo del Cuarteto Bretón, el violonchelista de la formación John Stokes fue invitado a un congreso internacional sobre cuartetos de cuerda españoles en la Universidad de Granada, donde impartió una ponencia sobre la edición crítica del Cuarteto de cuerda n. 8 de Conrado del Campo, que será publicado por Editorial Peter Lang… En losúltimos años el Cuarteto Bretón ha trabajo repertorio de compositores internacionales de renombre de la segunda mitad del siglo XX y primeras décadas del siglo XXI como Crumb, Saariaho, Görecki, Gubaidulina y Glass.
Sobre el Cuarteto Bretón, la crítica ha escrito: “Han demostrado tanto en su individualidad como en su conjunto, su impecable nivel musical”, o “El prestigioso Cuarteto Bretón es uno de los grupos más consolidados y activos en la recuperación de la música española para cuarteto de cuerda”. Sobre sus discos: “una inmaculada preparación” […] “la grabación es extraordinaria y yo la recomendaría como disco que he disfrutado extraordinariamente”. “Característico y atractivo, con un sentido delicado de las estructuras de Guridi y contrastes dramáticos. Su grabación es muy cercana, detallada y satisfactoriamente madura. La acrecentada defensa de los Bretón no nos deja duda de que el par de Guridi merece un lugar en el panteón de los grandes cuartetos de cuerda" [Christopher Webber, en su reseña del disco de los cuartetos de cuerda de Jesús Guridi].
El Cuarteto Bretón realizó un trabajo de redescubrimiento de repertorio de compositores españoles, como Jesús Guridi, Tomás Bretón o el previamente citado, Conrado del Campo, estrenando y re-estrenando obras suyas, cien años después de su composición. Se involucraron en la edición de obras como el Cuarteto de cuerda n. 2 de Jesús Guridi de UME (Music Sales Group), y editaron el Cuarteto de cuerda n. 1 “Oriental” (1903) y el Cuarteto de cuerda n. 8 “A la muerte de su madre” (1913) de Conrado de Campo. A partir del trabajo del Cuarteto Bretón, el violonchelista de la formación John Stokes fue invitado a un congreso internacional sobre cuartetos de cuerda españoles en la Universidad de Granada, donde impartió una ponencia sobre la edición crítica del Cuarteto de cuerda n. 8 de Conrado del Campo, que será publicado por Editorial Peter Lang… En losúltimos años el Cuarteto Bretón ha trabajo repertorio de compositores internacionales de renombre de la segunda mitad del siglo XX y primeras décadas del siglo XXI como Crumb, Saariaho, Görecki, Gubaidulina y Glass.
Sobre el Cuarteto Bretón, la crítica ha escrito: “Han demostrado tanto en su individualidad como en su conjunto, su impecable nivel musical”, o “El prestigioso Cuarteto Bretón es uno de los grupos más consolidados y activos en la recuperación de la música española para cuarteto de cuerda”. Sobre sus discos: “una inmaculada preparación” […] “la grabación es extraordinaria y yo la recomendaría como disco que he disfrutado extraordinariamente”. “Característico y atractivo, con un sentido delicado de las estructuras de Guridi y contrastes dramáticos. Su grabación es muy cercana, detallada y satisfactoriamente madura. La acrecentada defensa de los Bretón no nos deja duda de que el par de Guridi merece un lugar en el panteón de los grandes cuartetos de cuerda" [Christopher Webber, en su reseña del disco de los cuartetos de cuerda de Jesús Guridi].